HERNIA DISCAL
Cada vez es mayor el número de pacientes que visitan nuestra consulta asustados y alarmados por el diagnóstico de una hernia de disco por lo que es importante comprender qué es realmente una hernia discal.
A lo largo de este post podremos dar respuesta a algunas de las preguntas más comunes que se plantean en clínica, ¿realmente nuestro dolor viene causado por una hernia discal? Y si es así, ¿cómo evolucionará a lo largo de los años? ¿Tendré que operarme o mejoraré con fisioterapia?
¿Qué es una hernia discal?
La hernia de disco es la protrusión o salida del contenido discal que aparece por la pérdida de la elasticidad que caracteriza el disco intervertebral. Existen diferentes causas que pueden provocar una hernia discal: traumatismos, movimientos de repetición o el propio envejecimiento hacen que los discos pierdan elasticidad, pudiendo llegar a fragmentarse. El disco afectado se desplaza de su ubicación habitual y éste puede ejercer presión sobre los nervios espinales adyacentes (radiculopatía) o sobre la médula espinal (mielopatía).
Podemos encontrar diferentes tipos de lesión discal:
Protrusión discal: Deformación del anillo fibroso por el impacto del núcleo pulposo contra este que se produce hacia la parte más debilitada del anillo fibroso.
Prolapso: Ruptura del núcleo pulposo a través del anillo fibroso.
Extrusión: Núcleo pulposo atraviesa el anillo fibroso.
Secuestro: Ruptura del segmento extruido, ocasionalmente con desplazamiento del fragmento libre al canal espinal.
¿La hernia discal es la causa de mi dolor de espalda?
Es realmente importante comprender que haber sido diagnosticado de una hernia discal no es sinónimo de dolor. Existen gran cantidad de personas que tienen una lesión discal sin jamás haber tenido dolor, de igual forma que podemos tener un gran dolor de espalda sin tener una hernia discal.
Por ello, es muy importante que al encontrarse en radiografías, resonancias magnéticas, tomografía axial computarizada y electromiografía algún tipo de lesión, se correlacione con la sintomatología que padece el paciente.
Las causas de dolor pueden ser múltiples. Las más comunes pueden provenir de los músculos, cápsula articular, irritación de los ligamentos, etc.
Para entender estos conceptos, es importante que veamos unos estudios que se realizaron en pacientes que jamás habían sufrido un dolor lumbar.
– Abnormal Magnetic Resonance scans of the lumbar spine in asymptomatic subjects. A prospective investigation. The Journal of Bone & Joint Surgery 1990.
En este primer estudio se analizaron 67 pacientes que nunca habían tenido dolor lumbar. Se observó, sin conocer qué tenía el paciente, que un tercio de ellos presentaban anomalías importantes en la columna vertebral.
– Magnetic Resonance imaging of the lumbar spine in people without back pain. The New England Journal of Medicine 1994.
En este segundo estudio, se encontraron diferentes tipos de hernia discal en pacientes que no presentaban ningún dolor lumbar.
Cuando se confirma que la hernia discal es la causante del dolor, ¿Cómo se comporta nuestro cuerpo?
A modo de protección, nuestro cuerpo activará un proceso inflamatorio local. Esta será una respuesta natural que intentará reparar el daño que se ha ocasionado en el disco intervertebral. Además, se producirá una contractura de la musculatura más cercana al punto lesionado.
Si se relacionan los hallazgos de una imagen con los síntomas que padece el paciente, confirmando que la causa del dolor del paciente es la hernia, podremos distinguir diferentes tipos de dolores derivados de esta lesión.
- Dolor local en la zona de la hernia: producido por la inflamación y la irritación de las estructuras más próximas.
- Dolor irradiado: producido por el desplazamiento del contenido del disco que provoca la compresión de una o varias raíces nerviosas, como suele ser más común en brazos o en las piernas, además del dolor local anteriormente explicado.
¿Me dolerá la espalda toda la vida?
La gran mayoría de pacientes mejorará de forma gradual tanto el dolor local como el irradiado, respondiendo positivamente a los tratamientos conservadores en el plazo de unas 6 semanas aproximadamente. Siempre hay que tener en cuenta cada una de las condiciones personales de cada paciente.
Debemos tener en cuenta que de forma natural estos discos herniados no evolucionarán negativamente incluso en muchos de los pacientes con el paso de los años. Estos discos herniados pueden llegar incluso a recuperarse. Hay estudios que así lo demuestran.
– Progression of lumbar disc herniations over an eight-year period in a group of adult Danes from the general population – a longitudinal MRI study using quantitative measures, BMC Musculoskeletal Disorders 2016.
Se estudiaron 106 pacientes que padecían algún tipo de hernia discal durante 8 años, donde se revisaron a los 4 y a los 8 años, dando como resultado que las lesiones discales no cambian de tamaño con el paso del tiempo.
– The probability of spontaneous regression of lumbar herniated disc: a systematic review. Clin Rehabil. 2015
Este estudio demuestra que en el 30% de las hernias de disco se produce una regresión del tejido protruido (vuelven a su sitio de origen) con el paso del tiempo.
Tratamiento conservador ¿Puedo mejorar con fisioterapia?
El tratamiento conservador está formado por:
- Tratamiento farmacológico: Será el médico especialista el encargado de determinar el mejor tratamiento, aunque suelen utilizarse los relajantes musculares, AINEs, antidepresivos tricíclicos, antiepilépcticos, etc.
- Reposo relativo y eliminar las actividades intensas que incrementen la sintomatología.
- El uso de una órtesis, como una faja abdominal, puede estar indicado en momentos muy puntuales.
- Fisioterapia, siendo parte fundamental del tratamiento conservador:
- Termoterapia
- Electroterapia
- Terapia manual
- Cinesiterapia
- Pilates
- Vendaje neuromuscular
- Punción seca
- Técnicas de neurodinámica
- Estiramientos
- Ejercicio físico personalizado
¿Cuándo me tendría que operar?
Según los protocolos médicos, la cirugía por hernia discal está indicada:
- Cuando transcurridos 3-6 meses fracasa el tratamiento conservador.
- Si el dolor se mantiene o aumenta con el paso del tiempo incapacitando al paciente.
- Ante la pérdida aguda o progresiva de la fuerza, alteración en la sensibilidad y/o alteración en los reflejos.
- Pérdida del funcionamiento de esfínteres y/o anestesia de la zona perineal.
Conclusión
La hernia discal es una lesión común de la columna vertebral. Los factores que pueden ocasionar esta lesión son múltiples: traumatismos, movimientos de repetición o el propio envejecimiento del disco.
La aparición de una lesión discal mediante pruebas como resonancias magnéticas, radiografías o tomografía axial computarizada no determinará que sea el origen del dolor del paciente, por lo que se deberá realizar una valoración exhaustiva y de forma individualizada para relacionar los síntomas con los hallazgos encontrados.
Según estudios científicos, el tratamiento conservador (en el cual se incluye la fisioterapia) es efectivo y está indicado. Por norma general, el uso de la cirugía debe ser la última opción cuando el resto de tratamientos no hayan sido efectivos.
Vicente Juan Cardona Sánchez
Fisioterapeuta número de colegiado 994 (Illes Balears)
Clínica Córpore (www.corporeibiza.com)