¿QUÉ ES EL NEUROMA DE MORTON?
El neuroma de Morton en el pie es una lesión del nervio que transcurre entre los dedos,
generalmente entre el tercer y cuarto dedos. Como resultado, puede dar lugar a sensación de
hormigueo o pérdida de sensibilidad en dichos dedos.
Anatomía afectada en el Neuroma de Morton
La sensibilidad de la planta del pie corre a cargo de las diferentes ramas nerviosas cuyo origen
común es el nervio tibial. Cuando estas ramas nerviosas llegan a los dedos forman los nervios
interdigitales, que se encargan de dar sensibilidad a esta zona.
Como se observa en la imagen, el neuroma de morton aparece como un engrosamiento del
nervio interdigital entre el tercer y cuarto dedos del pie.
Diagnóstico del Neuroma de Morton
El servicio de podología es el encargado de diagnosticar esta dolencia de diferentes formas:
1. Diagnóstico clínico:
– Dolor a nivel del antepié con sensación de hormigueo o acorchamiento en los
dedos.
– Cuando se aplica una presión de forma transversal en el antepié (como se observa
en la imagen) se produce dolor y una sensación de chasquido o click palpable.
– El dolor empeora con el calzado estrecho y mejora con calzado más ancho y al
descalzarse.
– Así mismo, el dolor aumenta con cazado de suela dura y mejora al llevar calzado
con suela amortiguada. Además, es importante evitar el calzado con una suela
excesivamente flexible a nivel del antepié, ya que permite tener una excesiva
extensión de los dedos.
2. Ecografía:
Un Neuroma de Morton puede ser diagnosticado mediante ecografía, aunque en la
mayoría de las ocasiones es complicada su visualización.
3. Resonancia magnética
En la resonancia magnética, el neuroma de Morton se observa más fácilmente que en la
ecografía.
Diagnóstico diferencial del Neuroma de Morton en el pie
Debemos descartar la presencia de otras patologías que provocan dolor en el antepié como por ejemplo la rotura de la placa plantar, la bursitis, la enfermedad de Freiberg y la fractura por estrés de los metatarsianos.
Patomecánica / Mecanismo de aparición del Neuroma de Morton
Existen diferentes teorías acerca de la manera en la que aparece el neuroma de Morton,
siendo la más aceptada la teoría de la bursitis intermetatarsal, esta teoría afirma que la
inflamación de la bursa intermetatarsal (bolsa sinovial de la articulación) provocaría la
compresión y consecuente afectacción del nervio digital a su paso por el espacio comprendido
entre el tercer y cuarto metatarsianos.
Sin embargo, no se excluye la coexistencia de las diferentes teorías en la aparición del
neuroma de Morton.
Otras teorías patomecánicas son:
– Teoría del traumatismo crónico: sugiere que cuando caminamos se puede producir
fricción o pinzamiento del nervio interdigital que trascurre entre las dos cabezas
metatarsianas y esto provocaría el dolor característico del neuroma de Morton.
– Compresión del nervio digital por parte del ligamento intermetatarsal transverso
profundo: se ha visto que escisión de dicho ligamento, sin extirpar el neuroma,
provoca un alivio de la sintomatología.
– Teoría isquémica: algunos estudios señalan la degeneración de la arteria digital
plantar común, incluyendo trombosis e interrupción de la pared arterial, como
antecedente a la fribrosis y engrosamiento del nervio digital.
Tratamiento del Neuroma de Morton
1. SOPORTES PLANTARES (plantillas)
El tratamiento del neuroma de morton empieza con medidas conservadoras como es el uso de
soportes plantares (plantillas) cuyo objetivo es reducir la presión del suelo que recibe la zona
del antepié correspondiente al neuroma cuando caminamos o estamos de pie, así como
disminuir la excesiva extensión digital.
2. INFILTRACION ECOGUIADA
Cuando el tratamiento conservador no ofrece resultados satisfactorios, la segunda línea u
opción de tratamiento consiste en la realización de infiltraciones ecoguiadas de corticoides o
PRP* (plasma rico en plaquetas) en el área correspondiente al neuroma para disminuir la
inflamación y el dolor.
PRP*: consiste en la infiltración de una fracción de plasma centrifugado, previa extracción de
sangre del paciente, con el objetivo de obtener una concentración de plaquetas superior a los
valores normales. El interés hacia está técnica terapéutica se debe al papel decisivo de las
plaquetas en el proceso de reparación de los tejidos.
*Infiltración ecoguiada: inyectar con ayuda de un ecógrafo una aguja con medicación en una
zona concreta para que haga el efecto de disminuir la inflamación y por lo tanto el dolor.
Según algunos estudios, este procedimiento provoca un alivio del dolor aproximadamente en
un 80% de los casos en un corto/ medio plazo (3 meses aproximadamente). Sin embargo,
únicamente 1/3 de los pacientes tendrán un alivio a largo plazo (>1 año).
3. CIRUGÍA
Cuando la sintomatología dolorosa persiste a pesar de los soportes plantares (plantillas) y las
infiltraciones, la cirugía es el siguiente paso en la escala de tratamientos para el neuroma de
Morton. Las opciones quirúrgicas más comunes para el neuroma de Morton incluyen la
neurectomía, osteotomías y descompresión del neuroma.
Sin embargo y según los estudios, las técnicas de neurectomía y osteotomía están asociada a un mayor
número de complicaciones. Por un lado, la neurectomía (escisión del nervio digital) puede dar
lugar a secuelas de déficit sensorial permanente en los dedos afectados y el espacio
interdigital, así como la posibilidad de desarrollo de un neuroma de muñón.
Por su parte, la osteotomía, abordaje menos estudiado, está asociada a riesgos como
metatarsalgia de transferencia, no –unión o malunión y deformidad digital postquirúrgica.
Por último, las complicaciones asociadas a la descompresión del neuroma son mínimas, ya que
la preservación del nervio mantiene la sensibilidad digital y evita el riesgo de formación de
neuroma de muñón. Las complicaciones más frecuentes asociadas a esta técnica son:
continuación de la sintomatología dolorosa o síntomas neuríticos residuales (p.e. hormigueo o
adormecimiento), deshicencia de la herida, formación de un hematoma e infección.
Así mismo, la mayoría de estudios señalan que la técnica de descompresión del neuroma
ofrece resultados satisfactorios en un porcentaje cercano al 80% de los pacientes.
4. RADIOFRECUENCIA
El tratamiento por radiofrecuencia consiste en la introducción de una sonda guiada con la
ayuda del ecógrafo o fluoroscopio en el punto de máximo dolor cuya función es elevar la
temperatura del punto de máximo dolor con el objetivo de provocar una serie de cambios en
el nervio que disminuyen su capacidad transmitir la señal nerviosa y por lo tanto el dolor.
Diferentes estudios que han comprobado su eficacia afirman que la radiofrecuencia logra un
alivio del dolor a corto – medio plazo (entre 1 y 8 meses) en un porcentaje cercano al 80% de
los pacientes según algunos estudios. Sin embargo, no existe evidencia científica que
demuestre su eficacia a largo plazo.
Nuria Planelles Vilanova